domingo, 14 de octubre de 2012

Crónica UE Barxeta - CF Tous

Empate sin goles entre un Barxeta que ni siquiera ante nueve jugadores del Tous fue capaz de crear peligro ante la portería defendida ayer por Pepelu. No es menos cierto que tampoco el Tous gozó de grandes oportunidades, pero es innegable que si alguien llevó el peso del partido, asediando por momentos la portería del Barxeta, ese fue el equipo visitante. Si el partido se hubiera tenido que decidir a los puntos, como si de un combate de boxeo se tratara, el CF Tous se hubiera llevado el combate de calle.

El estado del terreno de juego tampoco ayudó a que ámbos conjuntos mostraran su mejor juego, pues las lluvias del día anterior habían convertido las bandas en auténticas piscinas, con lo que el juego por la parte central del campo se convertía más en una necesidad que en una opción.
Si bien el campo era el mismo para los dos equipos, también es cierto que si alguien se vió más perjudicado fue un CF Tous que gusta de dar buen trato al balón, explotando las bandas, cosa que ayer fue una utopía.




A destacar el debut de Éric en el lateral izquierdo, jugador que pese a disputar sus primeros minutos con nuestro equipo dió muestras de su buen hacer y dejó buenas sensaciones de cara a próximos encuentros cuando se acople a los sistemas de juego y compañeros.

Como punto negativo, y no es algo de lo que nos guste hablar, queda el tema del arbitraje. La actuación del colegiado Jordi Sànchis fue nefasta, con hasta trece tarjetas amarillas y dos expulsiones para nuestro equipo, y con un muy flagrante cambio de criterio en función de a quién señalaba las faltas.
El problema en último sentido es de Federación, quien debería supervisar los nombramientos de cada partido con mayor cuidado, porque no es de recibo que venga a pitar un chico muy joven que apenas contaba en su bagaje con tres partidos dirigidos, a un campo como el del Barxeta donde todo el mundo sabe cómo presiona su afición.

El resultado de todo esto: arbitraje muy, muy, muy mejorable y el árbitro con tanto miedo del ambiente que él mismo creó que terminó el partido temblando. Literalmente. El colegiado tenía tanto miedo y se dejó llevar tanto por la presión ambiental (de las dos aficiones, muy numerosas ámbas y muy enfadadas) que su actuación fue un auténtico disparate.

Como final a esta crónica me gustaría destacar el bonito ambiente de fútbol que se vivió en el campo del Barxeta, con dos aficiones ruidosas y muy animosas que nunca tuvieron problema alguno durante el partido, y que ayudan a crear ese ambiente tan necesario. Nos vemos en la segunda vuelta.

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